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recorro el camino que la noche protege,
Cuando ya nadie penetra con ojos y báculos
…
Mi padre miró a alguien
Y abrazó a la palmera,
Yo miré a mi padre y también hurgué en ella.
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Mi hijo no me vio y alguien subió con él, porque oculté celoso mi palmera como lo hiciera mi ancestro.
Y hoy vago con ella sin tierra ni raíces
Sin retoños que recorran mi camino,
O sin extraños que puedan imaginar mi abrazo mientras la noche protege mi hazaña.
…
Hoy mi palmera perece en mi mente,
Sin llantos para ser socorrido
Porque ya desgarré sus raíces,
…
Y yo seguiré con ella, en hombros,
Y con mi aro colgando entre cantos y muros.
Justo Bolekia Boleká | Ombligos y raíces. Poesía africana
Biblioteca Africana – Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes | Noviembre de 2015